DERECHOS, OBLIGACIONES, SOFISMO E IMPUNIDAD
A todos nos debe haber ocurrido alguna vez, de escuchar cómo tenemos a flor de labios la palabra corrupción para señalar “lo mal que hacen las cosas los demás”, sin detenernos a analizar nuestras propias actitudes. El echarle la culpa al otro o crearle la obligación al otro, es un mal nacional que ha influido tanto culturalmente en todos, que ha instalado en la sociedad “el derecho” a tener las cosas incluso sin esfuerzo ni merecimiento, pero sobre todo sin tener en cuenta la suerte de los demás.-
Cada uno de nosotros posee su cuota-parte de responsabilidad en esto. Sobre todo porque finalizado el Proceso militar, todos nos propusimos recuperar esos derechos que nos habían sido conculcados y se educó a la ciudadanía y se formó a través de los medios, en esa dirección. Parece ser que nos olvidamos de las obligaciones sociales y de educar en ese sentido también y no sólo nadie las tiene en cuenta y muchas veces no las cumple, sino que hasta podría sonar lógico que ello ocurra.-
Lo que preocupa hoy es que incluso, este supuesto derecho se está extendiendo a la intolerancia que algunos tienen con aquellos que no comparten sus ideas o posiciones. Cada vez son más, lamentablemente, las insignificantes (en número) fuerzas reaccionarias que promueven esa intolerancia fascista, utilizando o valiéndose de la libertad del sistema democrático para ir en su contra, promoviendo su destrucción en beneficio de una concepción totalitaria de la vida y la sociedad o simplemente de su visión de la realidad, que la mayoría de la población viene repudiando elección tras elección. Obviamente que cuentan con una vidriera en algunos medios, inversamente proporcional al número de habitantes que comparten esas ideas (corroborado esto elección tras elección), pero han logrado ese acceso.-
Y entonces, podemos ver o leer permanentemente y en los más diversos ámbitos, claros, abiertos y descarados casos de simple extorsión, mimetizados con defensas de a veces legítimos derechos democráticos que nadie cuestiona sobre todo por venir del desastre en que venimos. El reino de la extorsión y la violencia adaptada a lo verbal cuando conviene, pretende encauzar y fomentar en la opinión pública un pensamiento unilateral, al que suelen confluir en apoyo diversas instituciones que pretenden darle un viso de soporte social. Entonces, asistimos a un comportamiento social muy preocupante y que nos involucra directamente a todos: LA IMPUNIDAD con que se manejan ciertos sectores y el peligro de acostumbrarnos a esa impunidad y para ello, se suele recurrir a un discurso sofista que además engaña a muchos.-
Monday, October 17, 2005
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