Monday, October 17, 2005

CRÁNEOS: PARA QUE TENGAN EN CUENTA

LA POLÍTICA DISTRIBUTIVA Y SUS RESULTADOS

En más de una oportunidad, hemos escuchado las quejas de vecinos con respecto al aumento de los costos en todos los rubros y entre otros el alquiler y casualmente, desde hace unos veinte días el tema se ha instalado en la propia Capital Federal. Allí un departamento de dos ambientes está llegando a costar hasta $ 1.200 mensuales en determinados sectores y en nuestro caso, hasta $ 800 mensuales si es céntrico. Hemos escuchado razonamientos tales como “la ausencia de créditos bancarios, traba el acceso a la vivienda” o que “los altos costos impiden adquirir la tierra para edificar” por ejemplo y la única solución propuesta, habla de una solicitud de regulación estatal que por una norma fije unilateralmente los precios.-
Averiguando, pude conocer que los créditos bancarios existen, a tasas que ellos describen hasta como negativas (en atención a la proyección inflacionaria que venimos sosteniendo) y con requisitos que no han variado ni se han endurecido con respecto a lo que veníamos conociendo antes del colapso, pero que hoy nadie puede pagar. También pueden corroborar especialmente los corralones, que el ritmo de construcción de viviendas en general, se detuvo abruptamente ya en el 2001 y recién se reinicia una cierta actividad en el 2004 pero donde se resintió fue sobre todo, en la construcción de viviendas con destino locativo permanente. Finalmente, el descalabro judicial que produjo la salida de la convertibilidad, el corralito, la readecuación cambiaria y de las deudas y la enorme cantidad de desocupados, sub-ocupados y excluidos existentes, brindan el marco general en el que no se consiguen seguridades de salarios ni garantías propietarias, que den a un locador cierta tranquilidad por ejemplo.-
Por otro lado: ¿Quiénes necesitan con más urgencia una vivienda? Probablemente no se debería hacer diferencias, pero es cierto que lo primero debería ser descomprimir los sectores menos pudientes, hacinados, con mayor riesgo de promiscuidad y con menores posibilidades de recupero. Pero también aquellos sectores medios y no tanto, que incluso disponiendo de ciertos recursos, no les son suficientes en las actuales condiciones y allí está el núcleo central del problema.-
Porque: a) la política implementada en los planes de vivienda, no posibilitó un efectivo recupero ni permitió una efectiva convivencia al despreciarse las diferencias culturales existentes entre sus adjudicatarios. En consecuencia están totalmente destruidos, mal conservados, inseguros y con propietarios endeudados por no haber pagado nunca y a quienes tampoco se les puede cobrar y b) a quienes sí se les podría cobrar, no se les puede readjudicar ni construir al no disponerse de tierras para ello.-
Entonces a nuestra realidad particular, incluida la ausencia de tierras y una demanda que cada vez es mayor, debemos sumarle por un lado que el estado a establecido los montos para el reaseguro del cobro de créditos bancarios de acuerdo a los porcentajes que por ley se puede disponer del total de un salario; por otro lado los montos necesarios para intentar la compra de un predio o una vivienda son altos así que aún a una decena de años, la cuota mensual no puede cubrirse con un salario familiar y finalmente que si se pretendiera acotar el recupero de una inversión de vivienda para alquilar, los propietarios que pueden invertir en ello dejarían de construir y concluimos en que la salida es demasiado compleja.-
Lamentablemente, la mala distribución de recursos e ingresos nos ha llevado a esto. Si el ingreso pudiese aumentar efectivamente en cada familia, sin alterarse la pauta inflacionaria ni los valores que dependen de una demanda encorsetada por la ausencia de loteos y construcción en nuestro medio, podríamos aspirar a una solución en el tiempo pero ¿se puede esperar? Sinceramente creo que en el propio estado nacional está la única respuesta posible. Si dejáramos de hablar, si dejáramos de prometer millones a izquierda y derecha y nos ponemos a construir, con una mejor distribución..... pero cuanto antes ¿no?.-

UNA DEMOCRACIA PENDULAR

DERECHOS, OBLIGACIONES, SOFISMO E IMPUNIDAD
A todos nos debe haber ocurrido alguna vez, de escuchar cómo tenemos a flor de labios la palabra corrupción para señalar “lo mal que hacen las cosas los demás”, sin detenernos a analizar nuestras propias actitudes. El echarle la culpa al otro o crearle la obligación al otro, es un mal nacional que ha influido tanto culturalmente en todos, que ha instalado en la sociedad “el derecho” a tener las cosas incluso sin esfuerzo ni merecimiento, pero sobre todo sin tener en cuenta la suerte de los demás.-
Cada uno de nosotros posee su cuota-parte de responsabilidad en esto. Sobre todo porque finalizado el Proceso militar, todos nos propusimos recuperar esos derechos que nos habían sido conculcados y se educó a la ciudadanía y se formó a través de los medios, en esa dirección. Parece ser que nos olvidamos de las obligaciones sociales y de educar en ese sentido también y no sólo nadie las tiene en cuenta y muchas veces no las cumple, sino que hasta podría sonar lógico que ello ocurra.-
Lo que preocupa hoy es que incluso, este supuesto derecho se está extendiendo a la intolerancia que algunos tienen con aquellos que no comparten sus ideas o posiciones. Cada vez son más, lamentablemente, las insignificantes (en número) fuerzas reaccionarias que promueven esa intolerancia fascista, utilizando o valiéndose de la libertad del sistema democrático para ir en su contra, promoviendo su destrucción en beneficio de una concepción totalitaria de la vida y la sociedad o simplemente de su visión de la realidad, que la mayoría de la población viene repudiando elección tras elección. Obviamente que cuentan con una vidriera en algunos medios, inversamente proporcional al número de habitantes que comparten esas ideas (corroborado esto elección tras elección), pero han logrado ese acceso.-
Y entonces, podemos ver o leer permanentemente y en los más diversos ámbitos, claros, abiertos y descarados casos de simple extorsión, mimetizados con defensas de a veces legítimos derechos democráticos que nadie cuestiona sobre todo por venir del desastre en que venimos. El reino de la extorsión y la violencia adaptada a lo verbal cuando conviene, pretende encauzar y fomentar en la opinión pública un pensamiento unilateral, al que suelen confluir en apoyo diversas instituciones que pretenden darle un viso de soporte social. Entonces, asistimos a un comportamiento social muy preocupante y que nos involucra directamente a todos: LA IMPUNIDAD con que se manejan ciertos sectores y el peligro de acostumbrarnos a esa impunidad y para ello, se suele recurrir a un discurso sofista que además engaña a muchos.-