NO DA PARA MAS…. DEBE ELEGIRLO EL PUEBLO DE FORMA VOLUNTARIA
Las últimas experiencias vividas en los nombramientos del Concejo Deliberante, preocupan a la ciudadanía en general, a la vista de los resultados, improvisaciones y negociados que se denuncian. Todo está bajo sospecha en el Concejo Municipal ya sea por su ineficacia, improvisación o afectación por una liviana moralidad imperante en la sociedad, donde para demasiados nada es importante. El Concejo Municipal está herido en su credibilidad y en su prestigio y en tal sentido es más que evidente que ayudaría mucho al cuerpo, no ahondar ni ayudar en la suposición de una componenda cualquiera, ante el nombramiento de una persona que podría llegar a sorprendernos nuevamente mal en el futuro, con el riesgo de aparición de alguna desagradable novedad.-
Si se afina el lápiz, se corroboran todos los antecedentes y se consulta a quien corresponda por el más nimio detalle que haga sospechar algo, lograríamos en primer lugar que no todos se sientan impolutos (librados esa limpidez a su propia conciencia y forma de entender la moralidad general) sino que puedan demostrarlo. Llevará tiempo y muy probablemente más del que se han fijado para dar por concluido el tema, pero otorgará seguridad sobre los postulantes y si bien es cierto que los requisitos exigidos son iguales a los de cualquier concejal electo, la imaginería popular y el cargo, invitan a suponer que debe ser alguien efectivamente intachable y tal carácter tendrán aquellos quienes pueden demostrar absolutamente todo en su vida, sin ocultar ni obviar nada y a eso deberíamos tender.-
Para ocupar dicho cargo, es un requisito inexcusable también el “tener experiencia de vida” e incluso haberse equivocado, ser alguien destacado y no desconocido por lo menos en su ámbito. Esto no puede malinterpretarse como excluir a la juventud, pero como también será impoluto aquel que nunca hizo nada porque no tuvo tiempo de hacer, ese tampoco debe interesar a tan alto cargo. La experiencia es imprescindible, el haberse mantenido individualmente, haber vivido de una actividad o un empleo, sufrido el engaño ante una simple compra, en fin, de haber tenido alguna vez un revés y una amargura, la posibilidad de administrar y ser responsable a cargo de otra persona o que algo le haya costado en la vida, ya que sobre la función van a descansar muchas de las expectativas de la gente que no va a aceptar no ser debidamente satisfecha si tiene razón.-
Es cierto que a veces la búsqueda del más impoluto de los candidatos, lleva a un farragoso procedimiento pero Bariloche puede sobrevivir un tiempito más sin defensor del pueblo y en tal sentido, sin llamar nuevamente a inscripción sino respetando a quienes han permanecido en la lista, deberíamos demorar su designación y permitir que el pueblo lo elija.-
Me dirán que promuevo esto porque nunca estuve de acuerdo en esta forma de elección, es cierto pero podría agregarles que tampoco lo estuve en que tengamos defensor del pueblo, Banca del Vecino o no renovación de mandatos de concejales por mitades, por ejemplo.-
Si bien la CO expresa en su art 77 que “Será nombrado por el Concejo requiriéndose el voto de los dos tercios de la totalidad de sus miembros” es por una Ordenanza que se fija la alternativa de una simple mayoría. En lugar de ello bien podría buscarse la enmienda de este párrafo con una nueva Ordenanza que lo reglamente o con los dos tercios de los votos del cuerpo de Concejales, lo que puedan encontrar los letrados que deseen investigar o sugerir al respecto. Tendríamos defensor el año que viene es cierto, pero sería luego de votar por ejemplo por tachas en boleta única impresa por el estado. Allí, nadie podría discutir su legitimidad ni sospechar de un canje político por un empleo ¿verdad? En realidad no tenemos apuro y hoy lo más importante para el Cuerpo debe ser no equivocarse otra vez.-
Las últimas experiencias vividas en los nombramientos del Concejo Deliberante, preocupan a la ciudadanía en general, a la vista de los resultados, improvisaciones y negociados que se denuncian. Todo está bajo sospecha en el Concejo Municipal ya sea por su ineficacia, improvisación o afectación por una liviana moralidad imperante en la sociedad, donde para demasiados nada es importante. El Concejo Municipal está herido en su credibilidad y en su prestigio y en tal sentido es más que evidente que ayudaría mucho al cuerpo, no ahondar ni ayudar en la suposición de una componenda cualquiera, ante el nombramiento de una persona que podría llegar a sorprendernos nuevamente mal en el futuro, con el riesgo de aparición de alguna desagradable novedad.-
Si se afina el lápiz, se corroboran todos los antecedentes y se consulta a quien corresponda por el más nimio detalle que haga sospechar algo, lograríamos en primer lugar que no todos se sientan impolutos (librados esa limpidez a su propia conciencia y forma de entender la moralidad general) sino que puedan demostrarlo. Llevará tiempo y muy probablemente más del que se han fijado para dar por concluido el tema, pero otorgará seguridad sobre los postulantes y si bien es cierto que los requisitos exigidos son iguales a los de cualquier concejal electo, la imaginería popular y el cargo, invitan a suponer que debe ser alguien efectivamente intachable y tal carácter tendrán aquellos quienes pueden demostrar absolutamente todo en su vida, sin ocultar ni obviar nada y a eso deberíamos tender.-
Para ocupar dicho cargo, es un requisito inexcusable también el “tener experiencia de vida” e incluso haberse equivocado, ser alguien destacado y no desconocido por lo menos en su ámbito. Esto no puede malinterpretarse como excluir a la juventud, pero como también será impoluto aquel que nunca hizo nada porque no tuvo tiempo de hacer, ese tampoco debe interesar a tan alto cargo. La experiencia es imprescindible, el haberse mantenido individualmente, haber vivido de una actividad o un empleo, sufrido el engaño ante una simple compra, en fin, de haber tenido alguna vez un revés y una amargura, la posibilidad de administrar y ser responsable a cargo de otra persona o que algo le haya costado en la vida, ya que sobre la función van a descansar muchas de las expectativas de la gente que no va a aceptar no ser debidamente satisfecha si tiene razón.-
Es cierto que a veces la búsqueda del más impoluto de los candidatos, lleva a un farragoso procedimiento pero Bariloche puede sobrevivir un tiempito más sin defensor del pueblo y en tal sentido, sin llamar nuevamente a inscripción sino respetando a quienes han permanecido en la lista, deberíamos demorar su designación y permitir que el pueblo lo elija.-
Me dirán que promuevo esto porque nunca estuve de acuerdo en esta forma de elección, es cierto pero podría agregarles que tampoco lo estuve en que tengamos defensor del pueblo, Banca del Vecino o no renovación de mandatos de concejales por mitades, por ejemplo.-
Si bien la CO expresa en su art 77 que “Será nombrado por el Concejo requiriéndose el voto de los dos tercios de la totalidad de sus miembros” es por una Ordenanza que se fija la alternativa de una simple mayoría. En lugar de ello bien podría buscarse la enmienda de este párrafo con una nueva Ordenanza que lo reglamente o con los dos tercios de los votos del cuerpo de Concejales, lo que puedan encontrar los letrados que deseen investigar o sugerir al respecto. Tendríamos defensor el año que viene es cierto, pero sería luego de votar por ejemplo por tachas en boleta única impresa por el estado. Allí, nadie podría discutir su legitimidad ni sospechar de un canje político por un empleo ¿verdad? En realidad no tenemos apuro y hoy lo más importante para el Cuerpo debe ser no equivocarse otra vez.-
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