Tuesday, October 17, 2006

NADIE TENDRA UNA SUERTE DIFERENTE

ES NOTABLE COMO DETRAS DE UNA CONCEPCION GARANTISTA SÓLO SE PERJUDICA AL MAS DEBIL, HONESTO Y TRABAJADOR. SE BENEFICIA AL PODEROSO, EL CORRUPTO Y EL DELINCUENTE.-

En una Democracia, en un Estado de derecho, es obvio que la justicia juega un papel fundamental. Desde los albores de la civilización, el hombre necesitó que se haga justicia cuando consideraba avasallados sus derechos y al bajar del árbol, comenzó a organizarse primeramente para intentar revertir el derecho que hasta entonces otorgaba la fuerza bruta y regía la vigencia de la manada. Los clanes giraban en torno al más viejo y sabio, que justamente para preservar esa sabiduría no podían permitir someterlo a la vigencia de una fuerza que por el sólo imperio de la edad, los de mayor experiencia y que podían guiar hacia el futuro a todos los demás iban perdiendo y de esa forma se impedían competir. Desde la ley del talión y aquellos decretos figurantes ya en la estela de Ur-Nammu hace 4.200 años y luego Ammurabi, la sociedad pretendió proteger a los inocentes y honestos de aquellos que desviaban en mayor o menor grado sus conductas.-
Hoy se reconoce que la misma estructura social humana para permitirse organizarse en pueblos y ciudades y transformar su transumancia en sedentarismo, la caza y recolección en cultivo y previsibilidad, necesitó y debió lograr primero establecer un código a respetar para la vida general y que para ello debió sancionar a quienes no quisieran obedecerlo. La evolución sobre todo del conocimiento y comprensión, fue puliendo y mejorando esas legislaciones lentamente, hasta arribarse al para muchos último gran concepto filosófico que describimos como derechos humanos. En la teoría filosófica de un tema apasionante como éste, podríamos discurrir por los más variados canales pero sin pensar sólo en la herida de los desaparecidos y represores todavía libres, quiero referirme a la sencilla pregunta de ¿qué ocurre cuando en una sociedad como la nuestra, para el simple, honesto, trabajador y sencillo ciudadano no hay justicia? ¿Qué ocurre cuando ese sentimiento y esa apreciación se hace carne a punto tal de no confiar directamente en la institución?
No voy a partir de ningún caso local en particular pero sí de uno muy conocido por todos y que será tristemente fácil de desarrollar: el asesinato de José Luis Cabezas en el año 1977.-
Con la excarcelación del ex policía Sergio Camaratta sólo permanece en prisión el también ex policía Gustavo Prellezo, seguramente hasta que los recovecos legales inmorales logrados por sus abogados y tolerados por la corporación, también lo dejen en libertad. Todos habían sido condenados a reclusión perpetua en Febrero del año 2000 pero Camaratta no bien complete los $ 40.000 de fianza, podrá compartir sus buenas cervezas con Ríos, Braga, González, Luna y Auge, si todavía están en la Argentina claro. ¿Cómo lo van logrando? Primero solicitando una revisión de la pena y encontrando “jueces garantistas del derecho de los delincuentes” que les redujeron la prisión perpetua a 25 años de condena, entonces las defensas recurrieron en apelación ante la Suprema Corte Bonaerense, saturada de trabajo (con demoras escandalosas en sus resoluciones salvo cuando la política exige rapidez) que al no pronunciarse en tiempo y forma y dejar firme las condenas, permitieron que el tiempo transcurrido en prisión por los detenidos decidiera la excarcelación bajo fianza de una Cámara de Apelaciones. Es decir un trámite y una formalidad que todos los abogados defensores de delincuentes conocen y obviamente ponen en práctica a cambio de sus honorarios. Estos últimos en el discurso se desviven y abogan por el sistema democrático y en los hechos, usan sus falencias para matarlo asfixiando lentamente la confianza del pueblo en instituciones guiadas por hombres, cuyo descompromiso y parálisis las hacen cada vez menos creíbles.-
Decía que “desde los albores de la civilización, el hombre necesitó que se haga justicia cuando consideraba avasallados sus derechos y al bajar del árbol, comenzó a organizarse primeramente para intentar revertir el derecho que hasta entonces otorgaba la fuerza bruta y regía la vigencia de la manada”... preparémonos para volver al árbol o por lo menos al lejano oeste, si no nos toca a nosotros mismos seguramente será la suerte de nuestros nietos. Y de los de ellos también claro, porque tal vez supongan que tendrán una suerte diferente ¿no?.-

Monday, October 09, 2006

UNA SOCIEDAD ANESTESIADA

PARECE ESTAR ANESTESIADA LA ATMÓSFERA

Me comenzó a llamar mucho la atención escuchar comentarios y opiniones que sin detenerse a pensar ni buscar suficiente información, ante determinada problemática social siempre está del lado de la mayoría o bien del aparentemente más débil. Sin dudas que desde un punto de vista psicológico las diversas actitudes demagógicas deben merecer innúmeras interpretaciones que no estoy capacitado a realizar, pero cuando ocurren desde los medios de comunicación, me importan y trato de entenderlas partiendo de sus propios postulados: el de informar, formar o entretener.-
Dejando de lado el último, informar demagógicamente no es comprensible salvo cuando se persiga un fin exclusivamente marketinero con todo el riesgo que eso implica, pero ¿y si se pretende formar de esa manera? Se instaura la mentira de los sofistas, de aquellos de quienes dio debida cuenta Sócrates en su momento y el reino del servilismo para ser premiado. Pero hoy ¿podemos encontrar un Sócrates entre nosotros? Dos por tres señalamos cómo la sociedad, cada uno de nosotros, fuimos educando y educados para agradar, no complicar y mantener un bajo perfil. Con bajo perfil se lograron mejores empleos (nadie tomaba una persona que intentase pensar por sí sola, lo ideal es que se limitara a obedecer y hacer de manera lo más efectiva posible) y en consecuencia, con bajo perfil se escalaba más rápido hacia las jefaturas donde uno podría allí sí desarrollar su capacidad e intentar el cambio. Claro que cuando uno llegaba lo primero que hacía era exigir bajo perfil a los demás ¿ no ? De esta manera se interpretaba que una sociedad como la nuestra se iría desarrollando y creciendo, generando sus líderes y que éstos nos llevarían al primer mundo sin escalas ni mayores esfuerzos, eso sí.-
Lo que nadie supuso (a menos que maquiavélicamente se haya diseñado así) es que todo nos iba a llevar a un ejercicio tan habitual de la hipocresía, el servilismo y la mentira, que hoy rediseñarnos como sociedad significa un esfuerzo tan descomunal, que de no ser encarado inmediatamente, probablemente no alcancemos a verlo jamás. Paradójicamente, en las películas extranjeras que a veces destacan claramente sus propios comportamientos sociales, cada uno de nosotros puede apreciar que en las empresas, deportes, la actividad diaria, reflejan una competitividad, una libertad de expresión cotidiana y de pensamiento, que provoca justamente lo contrario a lo que hacemos aquí: un alto perfil en el individuo promedio. Entonces, una sociedad se debate en la mediocridad de sus dirigentes y la supervivencia como país (la nuestra) y los otros, se encuentran como dominantes en el marco global.-
Ahora bien, la historia transcurre naturalmente y se desarrolla, ante la indiferencia disfrazada de tolerancia de todos pero un aspecto nuevo a sumar, está dado por la demagogia ya desembozada a esta altura, que nos ha ganado también en y desde los medios de comunicación. ¿Cuántos analistas, politólogos y comentaristas, conoce Ud. que están dando permanentemente la razón a las actitudes o situaciones que simpatizan a las mayorías aún cuando sean casi delictuales, corruptas, inmorales o ilegales? Una actitud que no siempre puede adjudicarse a la falta de información y la mayoría de las veces, están orientadas o persiguen un fin netamente político circunstancial que al soberano se le esconde.-
Se le esconde pero el pueblo lo cree, supone que es verdad, que está bien y que es lo correcto y sin embargo es todo lo contrario. La demagogia está reinando plena en los discursos y curiosamente, no tiene el único castigo correctivo existente: el repudio del pueblo que en silencio, avala pero desesperanzado. Lamentablemente, a los medios y comunicadores nos cabe la responsabilidad de señalar estas cosas para que el pueblo reaccione y en cambio a veces da la impresión, que nos sumamos para no quedarnos afuera. Aquí también debería castigarnos el pueblo quitándonos su respaldo pero.... a veces parece reinar la anestesia ¿no lo cree?