¿CÓMO NO REACCIONAMOS E INTENTAMOS PREVENIR?

¿QUÉ VAMOS A HACER MAÑANA?

Estamos en plena crisis económica mundial, provocada por los hechos conocidos de los EEUU y de los cuales ni las restantes superpotencias han escapado. Lo leemos, lo escuchamos y lo vemos todos los días en los diferentes medios de comunicación. No por capricho naturalmente sino por lo grave e importante que significa para todo el orbe.-
Hace cien años, una crisis semejante no sólo tardaba muchos años en llegar a estos lares, sino que incluso hasta podía licuarse en el camino pero hoy y merced a la globalización, sus efectos son casi inmediatos y de allí los seguimientos tan puntillosos y puntuales de las diferentes bolsas de comercio y valores del mundo, que se realizan en todos los países y economistas del mundo. Sólo un distraído, voluntario o no, puede suponer que los impactos que sufren países mucho más estables que el nuestro no nos afectarán, o que nuestras recetas maravillosas y mágicas podrán protegernos, cuando todo el comercio y la economía están tan interrelacionados como hoy.-
Y en este marco, bueno es advertir que Bariloche no escapa a las generales de la ley y que si bien no conocemos cómo ni en qué medida puede impactarnos, alguna idea y experiencia anterior tenemos como para intentar protegernos y proteger nuestra mini economía e ingresos fundamentales como el turismo ¿verdad?
Me llama poderosamente la atención y lo adelanté en el programa, que todavía el estado municipal no haya comenzado a movilizarse invitando a las cámaras y sindicatos por lo menos, a conformar una mesa de seguimiento de la situación, como para intentar esbozar alguna alternativa que proteja trabajos, ingresos mínimos y cierta competitividad como para que si alguien decidiera y pudiera gastar algunos dinerillos en algún lado, lo haga en Bariloche.-
El Municipio mismo debería intentar pensar por lo menos, cómo haría para mantener sus recursos y finanzas y poder abonar los salarios otorgando un mínimo de servicios si nos viéramos envueltos en una recesión por ejemplo.-
Como contrapartida, uno escucha a ciertos hoteleros, empresarios gastronómicos y comerciantes, buscando la forma de aumentar sus tarifas. Naturalmente no se trata de infundir pánico ni nada por el estilo pero si tanto criticamos la falta de planificación a futuro en nuestra ciudad, deberíamos callarnos la boca cuando no nos imaginamos y pareciera que no nos importa incluso, qué vamos a hacer mañana ¿no?

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