QUE LAS CENIZAS NO NOS TAPEN EL BOSQUE
Tengo la impresión que muchos de los habitantes de nuestra ciudad, no dimensionan correctamente la gravedad del problema que nos ocasiona la ceniza en suspensión y la consecuente ausencia o cuanto menos, irregularidad de arribo de vuelos al aeropuerto local. Muchos no imaginan siquiera hasta qué punto está atado a ello, su continuidad laboral por ejemplo.-A pesar de no ser éste uno de mis temas habituales la gravedad es tal que recurrí a éste fenómeno que es la web para intentar llevar alguna información sintetizada al respecto y debo confesar que mucho de lo que encontré me llamó poderosamente la atención.-Encontré que: La mayor gravedad del fenómeno se registra en la probabilidad de detener las turbinas del avión en pleno vuelo. Pero además se tapan los instrumentos de potencia porque los minerales de la ceniza en la cámara de combustión (con una temperatura de 1.500ªC) se derriten e impregnan en zonas claves del motor. Tapan filtros de aceite, agua y los inyectores de combustible.-Las cenizas que absorben (más potentes que el pull-oil para conocer su poder abrasivo) a corto plazo pueden provocar un efecto de esmerilado en el parabrisas y frente del avión y las alas, tapan y dificultan la indicación de altitud, velocidad y temperatura de los termómetros y sensores de viento y presión, degradan los sistemas hidráulicos del tres de aterrizaje, flaps y controles, hace lenta la presurización de la cabina y distribución del aire acondicionado e ingresan en la cabina siendo percibidas por los pasajeros.-A largo plazo se nota la corrosión en todos los sistemas ya que al combinarse con el agua es tan corrosiva como el ácido sulfúrico y podría producir en tres años, el desgaste de un avión que lo sufriría en 40 años de vuelo, lo que obliga a una mantención tan detallada que encarece sobremanera la exposición de la nave.-Ahora bien, leído así o quedándose sólo con eso uno aconsejaría no volar más ya que se estaría en contacto permanente con esa ceniza, pero ello no es así y aquí es donde está la diferencia de apreciación. No hay posibilidades de solución si se supone de antemano que la nube está arriba del aeropuerto, encadenada y de forma permanente. Una correcta apreciación parte del supuesto de existencia de fuertes vientos en altura en nuestra región y ello moviliza hacia uno u otro sector al fenómeno en suspensión. Pero hoy el seguimiento de las nubes de ceniza por parte de los organismos competentes (que prácticamente no tendrían las herramientas para ello) hace que dicha información no sea certera y esto evita no encontrarse con ellas en vuelo.-Ante la imposibilidad de hacerlo, bajan el pulgar y esto no sólo no es serio sino que es arbitrario y demasiado cómodo. Nuestro aeropuerto estaría arbitrando todos los medios para que ni en la pista ni en los terrenos aledaños, haya ceniza depositada (la fuerza centrípeta del avión puede levantarlas del suelo y hacer que se introduzcan donde no deben) y por ello, ha sido muy acertado el recurso y contactos que se elevaron tanto por la Cámara de Turismo como del Intendente y el Secretario de Turismo de la provincia.-No puede dejarse al ojímetro de quien esté de turno, decidir si los vuelos bajan o no, cuando toda una economía depende de ello. Además vemos y conocemos cómo en Puerto Montt (proporcionalmente más afectado por los vientos que nosotros) o San Martín, utilizan más sus aeródromos que nosotros, supuestamente por no tener este problema ¿no le parece? Agradecemos su colaboración en www.elcatalejotv.blogspot.com o sosalukman@bariloche.com.ar éste o en el blog: www.sosalukman.blogspot.com
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