A VER SI TERMINAMOS CON LA HIPOCRESIA

SOLO NOS MUEVE EL BOLSILLO, LO DEMÁS ES PARA LA GALERÍA

Con muy poca diferencia de tiempo, hemos tenido en estos últimos días dos audiencias públicas para temas disímiles pero sin dudas muy importantes. El tratamiento de la Fiscal y Tarifaria con el Presupuesto por un lado y la prórroga de la concesión del Transporte Urbano de pasajeros por el otro y al respecto me gustaría hacer unas reflexiones con la intención de aportar a la realidad del comportamiento ciudadano, como para ubicarnos realmente en la forma en que realizamos a veces los reclamos y que tipo de sociedad estamos construyendo.
La primera de ellas evidenció un masivo rechazo de los oradores y sólo unos pocos centraron su alocución al presupuesto, cuando éste último era en realidad lo más importante a ser tratado. El presupuesto es la madre de las leyes, allí es donde no se miente y se dice claramente dónde se invertirán los recursos, cuál más allá de la retórica es la verdadera intención del gobierno a futuro y de donde saldrán los recursos con los que contará, cuáles no dependen de su gestión sino de los contactos, bonhomía extraña o habilidad para conseguirlo de sus dirigentes. Y aquí es donde afloró la inmanente figura de la protección del bolsillo propio. Es desagradable a la lectura y a la escritura también, reiterar que hemos podido comprobar otra vez que la inmensa mayoría se mueve sólo si se le ataca el bolsillo. Los más conscientes no dejan de reconocer la necesidad del aumento y las injusticias existentes. No hay organismo público que no deba actualizar sus ingresos cuando sus costos no paran de aumentar, pues el único contralor financiero que les queda es la administración de sus egresos, sin contar los rubros personal, emergencias y sociales. En este sector de la comunidad sólo escuchamos el reproche sincero al error inexcusable cometido de no haberlo hecho antes, progresivamente y máxime tratándose de un gobierno con tantos años en el ejercicio del poder y por la mayoría de los mismos funcionarios. Por lo demás y en atención a la realidad de fundarse en una contraprestación por un servicio que en realidad se brinda de forma deficiente o muy mal, suponían que una necesidad de caja y de dinero para la próxima campaña era el verdadero motor del aumento. Se pretendía entonces que primero se brindara el servicio correctamente y luego se viera el aumento de la tasa, siempre en atención a los ingresos promedio de nuestros ciudadanos. Allí, la discusión se centraba si en tanto, en cuanto o en menos. La enorme mayoría que suele no participar jamás, simplemente no estaba de acuerdo. No le importó en sus llamadas radiales reconocer si era correcto o no, necesario o no porque simplemente no aceptaba que se aumentara lo que tenía que pagar.-Llamativamente, hablamos de un gobierno que se impuso claramente y por una enorme mayoría en las últimas elecciones. Sus detractores se preguntaban ¿Por no haber aumentado ni actualizado nada tal vez? Si es así ¿el vecino recordará al momento de votar nuevamente esta audiencia y el aumento? En el gobierno creen que no, pero es un tema para tratar en los próximos días. La segunda de las audiencias, también tuvo un reflejo parecido. La enorme mayoría de los oradores apoyaron la continuidad de las dos empresas por sobre la alternativa de llamar a una licitación que puede terminar en cualquier cosa, desde adjudicarse a empresas que a los tres meses quiebren a declararse desierta, etc. Pero ¿quién se detuvo a pensar que con estos valores del boleto las empresas no pueden seguir? Aquí pareciera que todo el mundo soslayó los aumentos que vendrán y se inclinó por reclamar mayor fiscalización y control de vehículos, horarios y frecuencias, pero los aumentos tendrán que venir. ¿Reaccionarán los vecinos cuando eso pase... nadie lo pensó? Si es así ¿Qué ocurrirá...? Párrafo aparte merece la resolución de los concejales con la fiscal y tarifaria. Solicitaron diez modificaciónes y el ejecutivo se las dió pero no solicitaron la aplicación del aumento en por lo menos 24 meses y se lo dieron en doce, es decir seis vencimientos... Vamos a ver cómo le cae a la gente y cuál será el grado de cumplimiento ¿no? Como siempre, agradecemos su comentario en sosalukman@bariloche.com.ar o en los blog www.barilochenelemundo.blogspot.com / www.sosalukman.blogspot.com o www.elcatalejotv.blogspot.com