DEL DAÑO NEOLIBERAL

LA NUEVA POLÍTICA... ASOMA SIEMPRE

Había esbozado la continuación de la columna anterior tratando de profundizar las incoherencias con que nos estamos manejando en la sociedad, basados en una demagogia ya hecha carne, pero decidí tratar otro aspecto de nuestra realidad.-
Hace ya un tiempo escribía en esta columna que si algo nos legó el período que floreció en la década infame de fin de siglo pasado, es un deterioro de valores e ideologías en función del llamado “pragmatismo” que nos va a costar mucho recuperar. Pragmatismo que necesitó de una falta de sensibilidad y despreocupación tal por la persona humana, que todavía sentimos y sufrimos sobre todo en la ausencia del Estado y la necesidad de su reconstrucción. El daño a la concepción común de valores y éticas compartidas hasta entonces es todavía mayor y sobre todo en la sociedad y no sólo en la clase dirigente, de todo tipo. ¿Cómo podría comprenderse sino, que ante la posibilidad de acceder a un cargo sólo se calcule cuánto ingresarán a las arcas personales y nada más?
Este pensamiento profundamente neoliberal, habla a las claras entre otras cosas de una suerte de individualismo atroz extendido a todas las razones de la supervivencia personal y que para ello, sostiene y defiende una suerte de “muerte de las ideologías” como si el sólo hecho de pensarlo, analizarlo y sostenerlo, no constituyera de por sí una ideología particular. Es muy importante saber discernir el daño que ese pensamiento neoliberal que hoy rescata “la supuesta independencia ideológica” nos ocasionó, porque a pesar que muchos no quieran reconocer a ese período mal nacido como propio, posee demasiada gente ilustrada a su sombra y en puestos de poder de suma envergadura. Claro que es un tema que da para mucho pero no obstante, el punto o el enfoque que deseo resaltar es la íntima relación que este vacío de ideología acarrea en una natural ausencia de valores (o su denigración como tantas veces escuchamos) que socava a los partidos políticos desde su base ya que su propia columna vertebral se erige sobre una serie de compartidos valores mínimos aún depreciados.-
Charlando con algunos colegas y políticos, coincidíamos en que más allá de las diferencias a una enorme cantidad de buenas personas nos une una aspiración de futuro mejor, ciudad y país mejor, que sin embargo no puede construirse sin empañarse en ambiciones personales de algunos y así nos va. En verdad, reitero que nada podría haberse logrado si nos hubiésemos dado cuenta que la destrucción de valores y argentinidad fue su norte principal y donde muchos (claro) fungieron de inocentes colaboradores pero otros no, porque fueron ejecutores a sabiendas que, buscando sólo su propia conveniencia y convenciéndonos de “la muerte de las ideologías” para justificar la propia (la de la ventaja y usufructo personal de los cargos y el estado) nos llevó a la debacle de la que hoy intentamos resurgir. La pregunta claro, es cómo revertir tanto daño y en un lapso no muy prolongado antes que nos devoren los de afuera ¿no?
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